Chispas Musicales ha desarrollado estrategias y metodologías musicales que se salen de la «ortodoxia» de la enseñanza musical en Nicaragua. Creemos que este proceso de identificación de características nos diferencian y validan desde nuestra experiencia como Maestros de música.
Chispas Musicales desde 2010 ha tenido como eje principal a las personas. Aún cuando en sus inicios no contábamos con una sede propia, una estructura física a la cual vincular emocional y psicológicamente el trabajo social que se desarrollaba a través de la educación musical, la percepción general por parte de quienes formaban parte de ella era la de un colectivo, un grupo de personas que desde su función aportaba al crecimiento y desarrollo de este proyecto en crecimiento.
A pesar de las adversidades a las que nos enfrentamos, la unidad del equipo de docentes y el compromiso de los estudiantes a continuar con las clases de música es inspirador, ahora, que nuestra identidad como escuela se ha consolidado hemos apostado por la adaptación a los nuevos contextos y al redescubrimiento de lo que somos y lo que hacemos.
Nuestro único interés como escuela es posibilitar que cada vez más niños, niñas y adolescentes pueden acceder a una educación musical integral.
Deseamos incidir dentro de la sociedad no solo a través de la formación de individuos capaces de ejecutar un instrumento musical, sino, además con habilidades sociales que les permitan revitalizar y construir bases sociales para el ejercicio musical en Nicaragua, músicos apropiados de una valiosa identidad nacional, cultural.
Tomamos dentro de nuestras prioridades aumentar la calidad de nuestros procesos educativos, y ello pasa por una revisión y actualización del sistema tradicional de enseñanza musical en Nicaragua, el cual está enfocado a ver hacia afuera, a incluir, adaptar y reproducir esquemas y metodologías de Estados Unidos y Europa como proceso de validación en la transmisión de saberes.
Nos hemos planteado esta revisión desde un punto de vista introspectivo. Como organización, hemos sido capaces de darnos una identidad, la cual, nos diferencia y nos valida, pues, tenemos objetivos claros que surgen desde nuestros propios procesos.
Al descubrir esta identidad propia, hemos podido ver además que hemos desarrollado una metodología propia en cuanto a la enseñanza musical, y esto para nosotros es de un valor incalculable, puesto que, mientras la educación tradicional empuja a la validación a través de la implementación de lo que se hace y cómo se hace en otros países, nosotros nos hemos validado a través de un proceso orgánico.
Esta riqueza que hemos construido a lo largo del tiempo surge gracias a la integración de nuestros estudiantes, quienes se sienten parte de una familia, en donde los profesores no son solo aquellos que dictan una lección, sino que son acompañantes y facilitadores de un proceso en donde los conocimientos no fluyen solo en una dirección (docente-estudiante) sino que es un proceso bidireccional (docente-estudiante, estudiante-docente).
Descubrimos que nuestros estudiantes son el corazón de nuestra escuela, los docentes se deben a ellos, y al preocuparnos de ellos (en cuanto a sus emociones, sus virtudes, y habilidades) hemos sido capaces de crear un modelo educativo que piense en el estudiante no como un producto a formar, sino como un ser humano el cual siente, piensa, se desarrolla y también posee conocimientos.
A todos estos procesos estamos dándoles un lugar central dentro de nuestro proceso educativo llevándolo a nuestro plan curricular, el cual está siendo diseñado por nuestros docentes.
Además de definir aquellos elementos y contenidos que harán posible el desarrollo musical de nuestros estudiantes también se incluyen aquellos elementos humanos, que fortalecen y definen a cada individuo como un único y válido dentro de sus capacidades y debilidades.
Este autodescubrimiento de procesos organizativos y educativos es para nosotros un precedente dentro de la formación musical en Nicaragua, deseamos formar individuos seguros de su identidad nacional, cultural y artística a través de una educación integral tomando como eje central de formación al individuo mismo, sus necesidades educativas y sus aspiraciones a futuro.